Por Breanna Lazar, DNP, FNP-BC, CPNP-PC
Como padre, se enfrenta a una interminable lista de tareas por hacer. Entre la preparación para el regreso a clases, la planificación de fiestas de cumpleaños, la programación de entrenamientos de fútbol, la organización de juegos en el parque y las demás exigencias de la vida diaria, es fácil pasar por alto llevar a los niños a las citas de rutina con el doctor. Sin embargo, las visitas médicas de rutina son importantes para mantener a su hijo sano. Estos exámenes brindan la oportunidad de monitorear su crecimiento, detectar inquietudes, actualizar sus vacunas y realizar exámenes físicos deportivos.
Por qué son importantes las citas médicas de rutina
Las citas médicas de rutina son importantes para monitorear y evaluar su desarrollo, abordar inquietudes y vacunarse. La Academia Americana de Pediatría recomienda un programa de visitas frecuentes durante la infancia, que se reducirá gradualmente a una vez al año a partir de los 3 años. (Consulte healthychildren.org para consultar las directrices completas.)
En estas citas, los pediatras como yo supervisamos el crecimiento, la nutrición, la visión, la audición, los reflejos y las habilidades motoras de los niños. También evaluamos aspectos como la exposición al plomo y los niveles de hierro, y preguntamos sobre el desarrollo social y emocional de su hijo. Si surgen inquietudes, como un soplo cardíaco, un posible trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o alergias, podemos derivar a su hijo a pruebas adicionales.
Entendiendo las vacunas
Las citas médicas infantiles por lo regular incluyen vacunas para proteger a los niños contra el sarampión, el tétanos, la tos ferina (tos convulsa), la difteria, la polio, la varicela, ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades graves.
Es normal tener preguntas sobre las vacunas, y los pediatras como yo queremos que nuestros pacientes se sientan seguros al preguntar cualquier cosa que tengan. Quiero destacar la excelente investigación científica en torno a las vacunas. Las vacunas se han desarrollado con base en décadas de investigación, y los calendarios recomendados están diseñados para ofrecer a los niños la mejor protección contra enfermedades. Para las familias que prefieren un ritmo más lento o tienen otras inquietudes, podemos analizar las opciones y colaborar con usted para ajustar el calendario. Incluso si decide no vacunar, las visitas de control son importantes.
Los efectos secundarios de las vacunas suelen ser leves, generalmente dolor en el brazo o febrícula. Las reacciones graves son extremadamente raras. Antes de ser enfermera, trabajé en cuidados intensivos pediátricos. Nunca vi una reacción potencialmente mortal a las vacunas, pero sí atendí a niños que estaban gravemente enfermos de tos ferina y sarampión. Algunos estuvieron expuestos cuando eran demasiado pequeños para ser vacunados, y otros tenían padres que habían decidido no vacunarlos. Estas enfermedades pueden tener efectos devastadores, como sordera, ceguera, convulsiones, daño cerebral e incluso la muerte.
Las vacunas también previenen problemas que pueden presentarse más adelante en la vida. La varicela, por ejemplo, es más peligrosa para niños mayores y adultos, y las infecciones tempranas pueden agravar los casos de herpes zóster en la edad adulta. La vacuna contra la varicela ayuda a mitigar estos posibles problemas de salud.
La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) es otro ejemplo contundente de lo que ahora es posible con la atención preventiva. El VPH es un virus que causa cáncer, y más del 80 % de los adultos sexualmente activos no vacunados estarán expuestos a él a lo largo de su vida. Vacunarse a tiempo puede prevenir el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Este es un avance notable.
A medida que aumenta la investigación, las vacunas se han vuelto aún más seguras y eficaces. Por ejemplo, la vacuna contra el VPH ahora se puede administrar en dos dosis en lugar de tres si se inicia antes de los 15 años. Muchas otras vacunas se combinan en dosis únicas para minimizar las molestias, reducir el número de punciones y hacer que la experiencia sea menos estresante tanto para los niños como para sus cuidadores.
Exámenes físicos deportivos: la importancia de un examen completo
Mientras las familias se preparan para el otoño, también es momento de programar exámenes físicos deportivos para los estudiantes atletas. En muchas clínicas de salud, incluyendo Mendocino Coast Clinics, nos complace incluir exámenes físicos deportivos como parte de la visita de control de su hijo.
Dondequiera que vaya, el profesional que realiza el examen físico deportivo de su hijo debe:
Controlar el crecimiento, el desarrollo, la visión, la audición y los signos vitales.
Evaluar el asma, las conmociones cerebrales y las lesiones previas.
Preguntar sobre los antecedentes familiares de enfermedades cardíacas u otras señales de alerta.
Ya sea que su examen físico deportivo esté programado con su profesional habitual o como parte de un evento a gran escala, debe ser exhaustivo y no apresurado. Un examen completo puede detectar problemas médicos a tiempo y prevenir tragedias. Si surge alguna inquietud, su profesional puede solicitar pruebas como un ecocardiograma para una evaluación adicional. Los exámenes físicos deportivos suelen tener una validez de un año.
La atención preventiva mantiene a los niños sanos.
Si no tiene un profesional pediátrico, puede llamar a Mendocino Coast Clinics para programar atención. Clínicas como la nuestra brindan tratamiento a todos los que lo buscan, independientemente de su seguro médico o capacidad de pago. Ya sean visitas de control, vacunas o exámenes físicos deportivos, la atención preventiva es una de las mejores maneras de apoyar la salud a largo plazo de su hijo, ahora y en el futuro.
Breanna Lazar es enfermera especializada en Mendocino Coast Clinics, un centro de salud calificado a nivel federal que ha brindado atención médica de alta calidad centrada en el paciente a quienes viven en la costa de Mendocino durante más de 30 años.