Por Angélica Beltrán-Rentería, LCSW
Muchos de nosotros hacemos propósitos de Año Nuevo. Los propósitos de Año Nuevo más comunes son: perder peso, mejorar nuestras finanzas y pasar más tiempo con amigos y familiares. Pero, por muy bien intencionados que sean estos objetivos, a veces pueden resultar difícil llevarlos a cabo.
Cuando hacemos propósitos o metas poco realistas que no tienen en cuenta los desafíos que probablemente enfrentaremos, es más probable que olvidemos los propósitos en unos días y nos sintamos frustrados o decepcionados con nosotros mismos. Si encontramos algunas maneras de cuidarnos durante una época difícil del año y abordamos nuestros objetivos de manera más reflexiva, podemos dar pequeños pasos hacia los cambios que queremos ver en nosotros mismos y recordar el por qué hicimos estos propósitos.
Reconocer los desafíos del invierno
El invierno es una época en la que se convive y se disfruta con los amigos y la familia, especialmente en la época de las fiestas. Pero también puede traer estrés financiero, tensión en las relaciones familiares o con los demás y se nos vienen los recuerdos de nuestros seres queridos que han fallecido. Además de eso, los días son muy cortos y las noches muy largas, un clima más frío y húmedo y menos compromisos sociales. Todo esto puede contribuir a muchas cosas, desde una sensación general de tristeza hasta un trastorno afectivo estacional (TAE) o depresión. Si experimenta sentimientos como tristeza, aturdimiento o falta de interés en sus actividades habituales, créame que usted no está solo. Hable con alguien en quien confíe o programe una cita con un proveedor médico o un terapeuta de salud conductual para hablar sobre lo que está atravesando. Muchos de nosotros experimentamos estos sentimientos y siempre hay apoyo disponible para usted.
Cuando enfrentamos ansiedad, estrés o tristeza, puede ser útil practicar la atención plena. La atención plena simplemente significa concentrarse intensamente en lo que está experimentando en el momento. En nuestra cultura tendemos a ser multitareas, haciendo varias cosas a la vez, pero las investigaciones muestran que cuando bajamos el ritmo y hacemos una cosa a la vez de manera reflexiva, podemos reducir los sentimientos de ansiedad y depresión. La atención plena podría consistir en prestar más atención a las actividades que habitualmente realizamos apresuradamente, como tomar el café de la mañana. Tómate un momento para sentarte, oler el aroma y notar el calor en tus manos mientras sostienes la taza, luego reflexiona sobre el sabor mientras tomas un sorbo. Puede prácticar en usar sus cinco sentidos: mientras está en una posición relajada y sin prisa, observe cinco cosas que ves, cuatro cosas que puedes sentir, tres cosas que escuchas, dos cosas que hueles y una cosa que saboreas. Avanza lentamente por cada paso, permitiéndose concentrarse solamente en lo que está haciendo en el momento.
Estas prácticas pueden parecer un poco tontas o incómodas al principio, pero estar presente en los pequeños momentos de nuestra vida cotidiana nos ayuda a salir de la rutina de las listas de tareas y las preocupaciones, y a conectarnos con una versión más verdadera y menos agobiada de nosotros mismos.
Establecer objetivos SMART
Cuando se trata de resoluciones, muchos de nosotros pensamos en propósitos grandes: como dejar de fumar, estar más en forma físicamente, pasar más tiempo con la familia. Si bien hay buenos motivos detrás de estos objetivos, los objetivos generales pueden resultar abrumadores. En cambio, recomiendo utilizar el método SMART: específico, medible, alcanzable, relevante y limitado en el tiempo. En lugar de una resolución vaga como “Quiero pasar más tiempo con mis amigos” o una meta grande y difícil de alcanzar como “Este año voy a comer sano”, piensa en SMART: “Voy a invitar a mi mejor amigo para reunirnos en nuestra cafetería favorita todos los sábados a las 9 a.m.” o “Todos los martes y jueves prepararé un almuerzo para el trabajo que incluya proteínas, vegetales y cereales integrales”.
Si no alcanzas una meta a la perfección, intenta no sentirte culpable o dejar de hacerlo por completo. En cambio, reflexiona sobre lo que has logrado hasta ahora. Tal vez quedaste con un amigo para tomar un café dos veces este mes. Eso está por debajo de tu meta, ¡pero pasaste más tiempo con tu amigo de lo habitual! Reflexionar detenidamente sobre por qué estableciste la meta en primer lugar puede ayudar. Tal vez querías más tiempo con tus amigos porque te has sentido solo, o querías ser más activo porque notaste que no puedes seguir el ritmo de tus hijos sin quedarte sin aliento. Cualquier paso que des para cumplir tus expectativas subyacentes para ti mismo vale la pena celebrar.
Angélica Beltrán-Rentería, LCSW, es proveedora de atención médica conductual en los centros de salud MCHC, que incluyen Hillside Health Center y Dora Street Health Center en Ukiah, Little Lake Health Center en Willits y Lakeview Health Center en Lakeport. MCHC es una organización comunitaria y dirigida por pacientes que brinda servicios integrales de atención médica primaria, así como servicios de apoyo, como educación y traducción, que promueven el acceso a la atención médica.