Por el Dr. Germán Cuadra, OB/GYN
Cuando se trata de la salud, muchas personas confían en las experiencias de otras personas más que en la ciencia. Los pacientes me dicen: “No vine antes porque mi tía tenía los mismos síntomas y su médico me recomendó esto, así que no pensé que fuera necesario venir”.
Si bien algunas afecciones tienen un conjunto sencillo de síntomas y tratamientos, lo más frecuente es que el diagnóstico de un problema médico requiera un análisis complejo que considere el historial de salud, la composición genética, el estilo de vida y el entorno únicos de una persona. Un tratamiento que podría recomendarse para una persona podría resultar ineficaz o incluso peligroso para otra. Y las condiciones que parecen similares desde el exterior pueden ser muy diferentes en el interior.
Si bien algunos factores de riesgo son comunes a todas las personas, otros no lo son. Las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama pueden tener marcadores genéticos que las hacen más propensas a padecer cáncer de mama, lo que afecta las recomendaciones tanto sobre las pruebas de detección como sobre el tratamiento de seguimiento.
BRCA1 (gen 1 del cáncer de mama) y BRCA2 (gen 2 del cáncer de mama) a veces se denominan genes supresores de tumores porque producen proteínas que ayudan a reparar el ADN dañado. Las personas que heredan variantes dañinas de estos genes, especialmente de ambos padres, tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama y cáncer de ovario en general y a una edad más temprana.
El hecho de que tenga antecedentes familiares de cáncer de mama no significa que tenga la variante BRCA1 o BRCA2. Pero los antecedentes familiares, especialmente los de parientes cercanos como abuelas, madres y hermanas, pueden ser un motivo para hacerse pruebas genéticas para averiguarlo.
Para aquellas con un nivel de riesgo normal, el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología recomienda mamografías anuales para mujeres de 40 años o más. Las mamografías son radiografías especiales para detectar cáncer de mama.
Independientemente de si tiene un riesgo elevado, e incluso si se ha realizado una mamografía clara recientemente, si tiene alguno de los siguientes síntomas, programe una cita con su proveedor médico para descartar la posibilidad de cáncer de mama.
● Un nuevo bulto o engrosamiento del tejido mamario.
● Cambio en el tamaño, la forma o la apariencia de su seno.
● Cualquier cambio en la piel del seno, como hoyuelos o arrugas.
● Un pezón recién invertido o dolor en el área del pezón
● Enrojecimiento o piel escamosa en el seno o el pezón.
● Enrojecimiento o picaduras en la piel sobre el seno, como la piel de una naranja.
El cáncer de mama ocupa el segundo lugar después de ciertos tipos de cáncer de piel como principal causa de muerte en las mujeres. Cuanto antes se diagnostique el cáncer, mayores serán sus posibilidades de supervivencia. Las herramientas de detección actuales son poderosas y precisas. Y si el tratamiento se inicia temprano, a menudo puede ser menos invasivo. La cirugía se utiliza comúnmente para extirpar la masa, seguida de quimioterapia y/o radioterapia.
Como ocurre con tantos problemas de salud, el cáncer de mama no sólo tiene un costo físico, sino también social y emocional. En el condado de Mendocino, tenemos suerte de poder derivar personas a los Centros de recursos contra el cáncer del condado de Mendocino (crcmendocino.org). Ayudan a las personas a recorrer el camino del cáncer, brindándoles orientación para los pacientes, grupos de apoyo, transporte a las citas, una amplia biblioteca de información y una “tienda” llena de pelucas, bufandas y prótesis. Todos sus servicios son gratuitos y se brindan en inglés y español.