Por Cindi Condos, FNP
La obesidad es una enfermedad, no un defecto. Los estudios científicos han identificado varios marcadores genéticos que aumentan el riesgo de obesidad, y ahora sabemos que los bebés cuyas madres tienen diabetes gestacional tienen muchas más probabilidades de volverse resistentes a la insulina, otro factor de riesgo de la obesidad.
Entonces, dejemos de mencionar que las personas tienen obesidad simplemente se tienen que aguantar y cuidarse, mejor, tengamos la misma compasión por las personas diagnosticadas con obesidad que la que tenemos por las personas diagnosticadas con diabetes, presión arterial alta, asma o cualquier otra enfermedad. Casi todas las enfermedades están influenciadas por factores de riesgo de ambos lados de la división naturaleza/crianza, algunos de los cuales podemos controlar, otros no.
Estoy a cargo de una clínica de obesidad para niños donde veo el impacto del medio ambiente en los pacientes, especialmente en los menores de 12 años. Algunas familias muestran amor y construyen una conexión a través de la abundancia de alimentos. Algunos creen que el exceso de peso es un signo de prosperidad. Algunos provienen de una mentalidad de escasez en la que los niños se ven obligados a comer todo lo que tienen en el plato, incluso cuando es demasiado. Otros simplemente no saben lo suficiente sobre nutrición para proporcionar comidas sanas y equilibradas.
Cuando trabajo con familias, hablamos de todo esto. Mi trabajo principal es educar a los pacientes y sus familias para que puedan tomar las mejores decisiones para ellos. Para ser claros, las personas sanas vienen en todas las formas y tamaños, y una imagen corporal positiva es importante independientemente de si alguien se ajusta a la definición de belleza de otra persona. Nuestra clínica de obesidad solo está abierta para niños y adolescentes con índices de masa corporal mayores de un 80% para su edad, especialmente aquellos cuyo peso les está causando problemas metabólicos, fisiológicos y/o psicológicos.
El objetivo de nuestro plan de tratamiento es ayudar a los pacientes a sentirse bien con sus cuerpos y poder participar en las actividades que disfrutan. Cuando trabajo con adolescentes, pueden tomar muchas decisiones por sí mismos, pero cuando trabajo con pacientes más jóvenes, es crucial que todos los adultos en la vida de ese niño se adhieran al plan de tratamiento. No es justo para un niño que un padre o abuelo establezca límites y el otro no. Sin límites claros y mucho apoyo, los niños no pueden tener éxito.
De acuerdo con la declaración de práctica clínica más reciente de la Asociación Médica de Obesidad, las respuestas de los niños a la obesidad se dividen en tres categorías: respuestas endocrinas o inmunitarias, respuestas físicas y respuestas psicológicas. Las respuestas inmunitarias incluyen afecciones como la enfermedad del hígado graso, la pubertad de aparición temprana o retrasada y la hipertensión. Las respuestas físicas incluyen condiciones como falta de movilidad, apnea obstructiva del sueño, escoliosis y trastornos ortopédicos. Las respuestas psicológicas pueden incluir disminución de la interacción social, depresión, ansiedad, trastornos alimentarios y ser objeto de intimidación, abuso o negligencia.
He visto el trauma que puede causar la obesidad. También he sido testigo del triunfo de los niños que han tomado el control de sus cuerpos y transformado sus vidas. Los planes de tratamiento son tan variados como los pacientes que los necesitan. Algunos pacientes se centran únicamente en los cambios de comportamiento; con otros, incorporamos medicamentos para reducir que se atasquen de comida o para abordar otros problemas.
Por lo general, comenzamos con la nutrición, donde me enfoco principalmente en el control de las porciones y en evitar los alimentos procesados. Se trata de comer la cantidad correcta del tipo correcto de alimentos. También trabajamos la fuerza y la movilidad. Comenzamos lentamente y desarrollamos resistencia. Habiendo perdido personalmente 60 libras desde que comenzó la pandemia, sé lo difícil pero gratificante que puede ser. Me cansaba de caminar alrededor de la cuadra. Ahora me estoy preparando para un viaje con mochila por varios días. Es asombroso cómo los pequeños esfuerzos pueden sumar. Finalmente, debido a que la obesidad a menudo está relacionada con presiones psicológicas, prestamos atención a los aspectos de salud mental, tanto a las causas como a los efectos.
Mantener los cambios de comportamiento y de estilo de vida es difícil para la mayoría de nosotros. Reducir la obesidad requiere educación para la salud, compromiso y un sistema de apoyo, e incluso con eso, a veces hay contratiempos en el camino. Pero la transformación es posible.
Todo esto es muy personal para mí. Mi primo murió a los 40 años de una enfermedad relacionada con la obesidad. No quiero que otra familia pase por esto. Mi objetivo es ayudar a tantos niños como pueda a superar la obesidad y vivir una vida feliz y saludable.