Por Justin Ebert, PA-C
Una de las cosas más comunes que escucho de mis pacientes con diabetes es: “Me siento bien”. Desafortunadamente, no siempre están bien. Tener diabetes puede ser engañoso. Es como recorrer una casa. En un recorrido rápido, una casa puede verse bien, pero cuando se hace una inspección más cercana podemos encontrar algunos problemas ocultos como las paredes podridas o un techo hundido.
La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo tiene dificultad para metabolizar el azúcar. Esto puede como consecuencia que los altos niveles de azúcar circulen en el torrente sanguíneo en lugar de concentrarse en los músculos, donde el azúcar puede aprovecharse. Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden irritar y dañar los vasos sanguíneos más pequeños y delicados. Aunque el daño puede ser difícil de notar inicialmente, los síntomas eventualmente surgen en las partes del cuerpo con muchos de estos pequeños vasos sanguíneos, incluidos los ojos, los pies y los riñones. Si el daño causado por la diabetes no se controla, puede provocar ceguera, infecciones que requieran amputación e insuficiencia renal.
Ojos
La retinopatía diabética, una afección en la que los pequeños vasos sanguíneos de los ojos se dañan, es una de las principales causas de ceguera en los adultos. El daño puede ser lento y su cuerpo puede compensar el daño por un tiempo antes de que la pérdida de la visión se vuelva notoria. Afortunadamente, la retinopatía diabética se puede prevenir. Sin embargo, esta prevención se basa en la detección temprana de la diabetes, el control del azúcar en la sangre y los exámenes de retina anuales.
Pies
La diabetes también puede dañar los pequeños vasos sanguíneos de los pies, lo que puede reducir la circulación y entorpece las terminaciones nerviosas, y el entumecimiento resultante puede esconder las lesiones. Es por eso que, una vez que recibe un diagnóstico de diabetes, es vital revisar sus pies diariamente para detectar puntos calientes, llagas o ampollas. Cuando estas lesiones no se controlan, pueden provocar infecciones peligrosas. El tratamiento puede ser costoso y requiere un cuidado intenso de la herida, dosis agresivas de antibióticos e incluso la amputación si la infección llega al hueso.
Riñones
Otro impacto potencial de la diabetes mal controlada es la reducción de la función renal. Los riñones sanos filtran los productos de desecho del torrente sanguíneo. Cuando los riñones no pueden mantenerse al día con los desechos del cuerpo, se denomina enfermedad renal y eventualmente puede provocar insuficiencia renal. Para prevenir la insuficiencia renal, las personas se someten a diálisis, donde una máquina filtra su sangre. La diálisis a menudo requiere un compromiso significativo de tiempo y dinero, y se requiere hasta que se pueda realizar un trasplante de riñón. Afortunadamente, la enfermedad renal se puede prevenir cuando la diabetes se detecta temprano y se controla el azúcar en la sangre. Si tiene diabetes, colabore con su proveedor de atención primaria para hacerse pruebas de detección de la función renal y los niveles de azúcar en la sangre a intervalos regulares.
Hágase chequeos, hágase chequeos, hágase chequeos
No puedo dejar de resaltar la importancia de detectar la diabetes a tiempo. Cualquiera puede tener diabetes, pero algunos factores aumentan el riesgo. Algunos de ellos es tener sobrepeso, tener 45 años o más, tener antecedentes familiares de diabetes, tener un estilo de vida sedentario, tener diabetes durante el embarazo o ser miembro de ciertos grupos étnicos, como afroamericano, hispano/latinoamericano, indio americano o de Alaska. Nativo.
Otro indicador de que puede estar en riesgo de diabetes es la sensibilidad a las infecciones, como las infecciones por hongos recurrentes o el pie de atleta. Las personas con prediabetes y diabetes tienen más dificultades para defenderse de este tipo de infecciones.
Diabetes y Covid
Debido a que las personas con diabetes corren un mayor riesgo de infección y tienen más dificultades para combatirlas, el COVID puede ser más preocupante. Esto ha llevado a algunas personas a evitar los espacios públicos y posponer las visitas médicas de rutina. Sin embargo, las instalaciones médicas están bien equipadas para mantener a las personas seguras y las consecuencias de no hacerse las pruebas de detección de diabetes de rutina pueden ser graves, al igual que los riesgos de COVID.
Controlar el riesgo es un acto de equilibrio. Sin duda, es importante protegerse del COVID: usar una máscarilla, vacunarse y evitar grandes multitudes en espacios interiores. Sin embargo, estar en su casa hasta que termine el COVID no es un buen plan. Todo indica que el COVID se volverá endémico (es decir, está aquí para quedarse de alguna forma, por lo que debemos aprender a vivir con su presencia en el mundo). Por lo tanto, programe su examen de detección de diabetes y permita que los profesionales médicos lo ayuden a mantenerse a salvo de los riesgos que presenta la diabetes.