Por Carolyn Wyatt, WHNP
Detectar a tiempo el cáncer de mama es una de las herramientas más poderosas que tienen las mujeres y puede ser más fácil de tratar. El cáncer de mama es la segunda causa principal de muerte por cáncer en mujeres de 50 a 69 años, cuidar su salud con detecciones a tiempo puede marcar la diferencia. La detección temprana a menudo significa que el cáncer es más pequeño y puede tratarse con métodos menos agresivos, lo que le brinda la mejor oportunidad de volver a estar libre de cáncer.
Las mamografías anuales conducen a la detección temprana
La mamografía (una radiografía de la mama que identifica anomalías como tumores y calcificaciones antes de que se puedan palpar) sigue siendo el estándar de oro para la detección del cáncer de mama. Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, la mayoría de las mujeres deben comenzar a hacerse mamografías anuales a los 40 años. Si tiene factores de riesgo conocidos, su médico podría recomendarle comenzar las detecciones antes. Aunque el cáncer de mama es poco común en mujeres jóvenes, puede ser muy agresivo, por lo que la detección temprana es crucial. A los 50 años, las mujeres con bajo riesgo pueden hablar sobre el programa de pruebas de detección con su médico. Algunas pueden continuar con las mamografías anuales, mientras que otras pueden optar por pruebas cada dos años.
Si la mamografía indica alguna anomalía, su médico le explicará los siguientes pasos, como una biopsia o estudios de imagen adicionales.
Casi todos los seguros médicos cubren el costo de las mamografías para mujeres de 40 años o más, y el programa “Toda Mujer Cuenta” de California cubre el costo de las mamografías para pacientes que no tienen seguro.
Superando la incomodidad
No conozco a nadie a quien le guste hacerse una mamografía, pero para la mayoría de las mujeres es solo un poco incómoda. Me gusta recordarles a las pacientes que cada imagen toma solo seis segundos y que la detección temprana que proporciona es invaluable. Los técnicos tienen experiencia en hacer que el proceso sea lo más rápido y cómodo posible. Si siente dolor, por favor, dígalo para que el técnico pueda ayudarla a ponerse en una posición más cómoda. También ayuda a evitar programar una mamografía la semana anterior a su período, cuando la sensibilidad mamaria es más común. Otras formas de detección son valiosas
Además de las mamografías, las mujeres deben realizarse autoexámenes mamarios mensuales. Para las mujeres que menstrúan, la semana posterior a la menstruación es el mejor momento del ciclo para auto examinarse. Es importante familiarizarse con el tejido mamario, ya que usted es la persona con mayor probabilidad de notar cambios. Busque bultos o hendiduras en el seno o la axila, cambios en el pezón, secreción que no sea leche materna, dolor persistente o cambios en el tamaño o la forma de los senos. Contacte a su médico si nota algo preocupante.
Los médicos suelen realizar exámenes mamarios durante las revisiones anuales. Aunque es más probable que las mujeres noten los cambios por sí mismas, estos exámenes son una buena oportunidad para hablar sobre la mejor manera de realizar autoexámenes y expresar cualquier inquietud.
Está surgiendo una nueva tecnología para la detección no invasiva del cáncer de mama. La termografía utiliza imágenes térmicas para medir las variaciones de temperatura de la piel en la superficie mamaria e identificar tumores en crecimiento. Les pido a las pacientes interesadas en esta tecnología que hablen sobre la termografía con su médico. Para algunas mujeres, puede ser útil alternar las revisiones anuales entre la termografía y la mamografía. La termografía aún no está cubierta por el seguro médico.
Conozca sus factores de riesgo
El riesgo de desarrollar cáncer de mama refleja los antecedentes personales y familiares de cada mujer. Para evaluar su riesgo individual, recomiendo la herramienta en línea bcrisktool.cancer.gov, que solo toma unos minutos completar.
Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de cáncer de mama, una biopsia mamaria anormal previa, el inicio de la menstruación antes de los 12 años, tener más de 30 años al momento del primer embarazo, no haber tenido hijos, el inicio de la menopausia después de los 55 años, recibir terapia hormonal y antecedentes de radioterapia torácica.
Los factores de estilo de vida también influyen en el riesgo. Fumar y consumir alcohol aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de mama, y las mujeres obesas tienen un mayor riesgo porque sus cuerpos tienen más estrógeno circulante, lo que contribuye al crecimiento de células cancerosas.
Por otro lado, algunos hábitos de estilo de vida son protectores. El embarazo y la lactancia reducen el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Mantenerse activo también ayuda: realizar 30 minutos de ejercicio moderado cinco días a la semana puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama en un 25%. Ciertas mutaciones genéticas, como las de los genes BRCA1 y BRCA2, se asocian con una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama o de ovario. Si su evaluación indica un alto riesgo, los seguros suelen cubrir el costo de las pruebas genéticas. Las pacientes con mutaciones genéticas pueden consultar con un asesor genético sobre opciones preventivas.
Las pruebas de detección salvan vidas
Les hago una invitación a las mujeres para que se apoyen mutuamente mientras trabajamos para detectar el cáncer de mama a tiempo. Conozcan sus antecedentes familiares, comprendan su riesgo personal y asegúrense de programar su mamografía anual. La mayoría de las mamografías no toman mucho tiempo y solo causan una pequeña incomodidad. Compartamos nuestras experiencias positivas y recordémonos que las pruebas de detección regulares realmente salvan vidas.
Carolyn Wyatt, WHNP, es una enfermera practicante especializada en salud de la mujer que atiende a pacientes en Ukiah, Willits y Lakeport.