Por Liliana Gallelli
Muchos recuerdan la película Green Card de 1990, donde una mujer estadounidense (Andie MacDowell) y un hombre francés (Gerard Depardieu) contraen un matrimonio falso para que él obtenga la residencia permanente. La cinta incluye una escena dramática de una entrevista de inmigración realizada en el apartamento de la pareja—algo que, en realidad, nunca sucede.
Más recientemente, el popular programa de telerrealidad 90 Day Fiancé retrata el proceso por el cual parejas obtienen la visa estadounidense para prometidos y tienen tres meses para conocerse antes de decidir si se casan.
Estos programas dramatizan una parte de un proceso complejo y burocrático que muchas parejas reales enfrentan para poder vivir juntas en Estados Unidos. Este artículo explica cómo funciona el proceso hoy en día y qué pasos deben seguir los inmigrantes para obtener la residencia legal de manera exitosa.
Tres Caminos para Obtener la “Green Card” al Casarse con un Ciudadano Estadounidense
El matrimonio con un ciudadano estadounidense es una de las vías más comunes para obtener la residencia permanente. No obstante, el proceso varía según el estatus migratorio del extranjero. Aquellos que ingresaron al país de manera ilegal suelen necesitar un perdón (waiver) por presencia ilegal—aunque ese tema se cubre en otro artículo, disponible aquí: https://www.sonomacountygazette.com/sonoma-county-news/easing-anxiety-during-green-card-interviews/
Este artículo se centra en los tres caminos principales para quienes se encuentran legalmente en EE.UU. o fuera del país.
Opción 1: Petición Familiar con Entrevista en el Consulado
Esta es la vía tradicional para quienes ya están casados o planean casarse en el extranjero. Se presenta una petición familiar ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS) y luego se realiza una entrevista en el Consulado estadounidense del país de origen.
Además de presentar pruebas de la legitimidad de la relación, el cónyuge inmigrante debe pasar un examen médico, una verificación de antecedentes y asistir a una breve entrevista consular. Si todo sale bien, se le estampa la residencia permanente en el pasaporte.
Duración aproximada: 12 a 18 meses, dependiendo del Consulado.
Desventaja: posibles demoras gubernamentales que pueden separar a la pareja durante largos períodos, especialmente si el ciudadano estadounidense reside en EE.UU. mientras la petición avanza.
Opción 2: Ajuste de Estatus Dentro de los Estados Unidos
Este procedimiento permite al cónyuge inmigrante solicitar la residencia dentro de EE.UU. si ingresó con una visa distinta. Es un proceso más directo, actualmente con una duración de entre 9 a 15 meses.
Antes, todas las parejas debían acudir a una entrevista en una oficina local de inmigración. Sin embargo, bajo la administración Biden, muchas solicitudes bien documentadas se aprueban sin entrevista.
Ventaja: el cónyuge inmigrante puede permanecer en el país con un permiso de trabajo mientras se tramita la solicitud.
Importante: esta opción puede considerarse fraude migratorio si la persona ingresó al país con otra visa (como de turista) teniendo la intención oculta de casarse. Por eso, es recomendable solo si el ingreso no se realizó con ese plan desde el inicio.
Opción 3: Visa de Prometido(a) K-1
Esta opción está dirigida a parejas no casadas. La visa K-1 permite al prometido(a) extranjero ingresar a EE.UU. con el compromiso de casarse dentro de los 90 días posteriores a su llegada.
El proceso comienza con una petición ante USCIS, seguido de trámites ante el Centro Nacional de Visas y una entrevista consular. Después del matrimonio, la pareja inicia el proceso de ajuste de estatus (como en la Opción 2).
Ventajas:
– Brinda hasta 90 días de convivencia en EE.UU. antes de casarse.
– Es útil para quienes no pueden casarse en el extranjero o no califican para una visa de no inmigrante, especialmente en países en desarrollo.
Conclusión
Con planificación cuidadosa y documentación bien preparada, la mayoría de los inmigrantes elegibles que solicitan la residencia permanente mediante matrimonio con un ciudadano estadounidense pueden completar el proceso exitosamente.
Aunque no tan dramático como en las películas, este proceso suele tener un final feliz para muchas parejas.