POR ROBERT LEWIS Y WENDY FRY
Una investigación en curso de CalMatters ha demostrado cómo las empresas y los gobiernos de California evitan las estrictas regulaciones ambientales del Estado Dorado al enviar desechos tóxicos a través de las fronteras estatales. Nuevos informes muestran cómo California exporta el riesgo a México
Los vapores que entraban al centro preescolar de Martha Beatriz León en las afueras de Tecate, México, olían mucho peor de lo habitual, como a basura podrida. O tal vez era amoníaco. Una mujer lo comparó con el olor de la pólvora gastada.
Fuera lo que fuese, León dijo que le produjo un dolor de cabeza. Más tarde, ese día de marzo de 2022, sus profesores empezaron a sentirse enfermos, dijo. Los niños de todo el barrio de San Pablo comenzaron a vomitar.
“Fue un día pesado”, cuenta León. “No nos dimos cuenta de lo que estaba pasando”, agregó.
En las redes sociales, se difundieron advertencias sobre la liberación de sustancias químicas que provenía de la parte de atrás de los altos muros de concreto y metal corrugado al otro lado de la carretera, una planta de reciclaje de desechos tóxicos llamada Recicladora Temarry de México.
A menos de dos millas al otro lado de la frontera desde el interior del condado de San Diego, Temarry es un ejemplo sorprendente de cómo California exporta el riesgo de sus desechos peligrosos. La planta maneja miles de toneladas de detritos tóxicos del Estado Dorado cada año. Aquí, Tesla ha enviado líquidos inflamables desde su planta de fabricación en el norte de California. Las tiendas Sally Beauty Supplies se han deshecho de los aerosoles viejos en Tecate, Sherwin-Williams ha confiado en Temarry para reciclar sus desechos de pintura y la Marina de los EE.UU. ha enviado sus solventes usados que pueden causar mareos, náuseas e insuficiencia respiratoria. Las propias agencias gubernamentales de California también han enviado sus desechos aquí, incluido viejos disolventes de pintura (thinner) de las prisiones estatales y la tinta de la oficina que imprime formularios gubernamentales.
Como ha demostrado una investigación en curso de CalMatters, a las empresas y agencias gubernamentales de California les ha resultado más fácil y mucho menos costoso evitar las estrictas regulaciones ambientales del Estado Dorado enviando los desechos a través de las fronteras estatales.
El resultado no es un medio ambiente más limpio. Un nuevo informe revela que Temarry ha enfrentado acusaciones de que maneja inadecuadamente materiales que pueden causar graves daños a la salud humana y al medio ambiente. En registros judiciales de California, su antiguo propietario ha sido acusado de arrojar ilegalmente residuos en un espacio abierto y de tergiversar en documentos legales el tipo de residuos exportados a México. Y, en sus declaraciones públicas, el alcalde y altos funcionarios de Tecate han sugerido que la empresa encubrió la liberación de sustancias químicas en 2022.
Un abogado del fundador de Temarry negó las acusaciones de que la empresa manejó mal los desechos bajo su supervisión y remitió las preguntas sobre el incidente de marzo de 2022 a los propietarios actuales, Triumvirate Environmental Inc., con sede en Massachusetts. Triumvirate y sus abogados no respondieron a múltiples solicitudes de entrevistas ni a responder una lista detallada de preguntas.
Uno de los principales reguladores de desechos peligrosos de California reconoció que el estado debería asegurarse de que sus desechos peligrosos no dañen a personas fuera de las fronteras estatales.
“Creo que tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que nuestras decisiones aquí en el estado no afecten de manera desproporcionada a otras comunidades vulnerables y eso puede significar comunidades vulnerables en otros países”, dijo Katie Butler, subdirectora encargada de gestión de desechos peligrosos del Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California durante un evento público reciente. Cuando se le preguntó si el departamento está haciendo eso, fue inequívoca. “No”, dijo Butler.
Otros funcionarios del departamento enfatizan los límites de su autoridad. No pueden sellar las fronteras, no pueden citar empresas fuera de California y no tienen la autoridad legal para regular el comercio interestatal o exterior.
Los funcionarios estatales han bloqueado los intentos de CalMatters de conocer más sobre los desechos que California envía a Temarry, que también opera una empresa de transporte en San Diego para manejar las exportaciones. En marzo, presentamos una solicitud basados en la Ley de Registros Públicos de California para obtener los registros de todos los envíos hacia Temarry desde 2019 (los registros anteriores habían estado disponibles en línea). El departamento aún ni siquiera ha respondido formalmente a la solicitud, algo que según la ley debe hacer en un plazo de 10 días. Han pasado 289 días.
Tras la solicitud, los registros de envío que habían aparecido en una búsqueda en línea de las instalaciones de México en la base de datos pública del estado desaparecieron repentinamente: una pérdida de unos 25,000 registros entre 2014 y 2018.
Sobre el papel, las leyes y regulaciones de México para el manejo de desechos peligrosos son similares a las de Estados Unidos. Y las instalaciones de desechos tóxicos en California ciertamente han tenido su parte de accidentes y emisiones de sustancias químicas. Pero los defensores en México culpan a la corrupción y a los recursos limitados por la mala supervisión.
“Todo mundo sabe cómo funcionan las cosas en México”, dijo María Magdalena Cerda Báez, una defensora de políticas de la Coalición de Salud Ambiental, que tiene oficinas en National City y Tijuana, y trabaja en temas de contaminación transfronteriza. Dijo que el envío de desechos peligrosos estadounidenses a su país es injusto. “¿Cómo se puede ser tan rico y cometer estos crímenes contra la salud y el futuro de la gente?”.