Por Genevieve Banegas, LCSW
¿Alguna vez ha enfrentado un desafío, como hablar en público o hacer sus impuestos, que hizo que su
mente se acelerara, que su corazón latiera más rápido y que sintiera “mariposas” revoloteando en su
estómago? Tal vez sus manos también comenzaron a sudar un poco. Ese es un nivel de estrés con el que
la mayoría de nosotros estamos familiarizados y, a veces, incluso puede ser útil.
Pero cuando el estrés comienza a salirse de control, puede abrumar rápidamente nuestras vidas,
causando que nuestra salud física y mental se resienta. Abril fue el Mes Nacional de Concientización
sobre el Estrés, así que es un buen momento para compartir algunos consejos y técnicas útiles para
controlar el estrés a diario, antes de que se convierta en un problema.
¿Qué es el estrés?
El estrés es la reacción física, mental y emocional de su cuerpo a la presión externa, especialmente a
situaciones que lo hacen sentir asustado o abrumado. El estrés no es malo. Te ayuda a sobrevivir
preparando tu mente y tu cuerpo para afrontar los momentos difíciles. Por ejemplo, tu cuerpo libera
hormonas como el cortisol y la adrenalina cuando estás asustado, lo que te prepara para luchar contra
una amenaza o huir de ella. Esta respuesta de lucha o huida es un ejemplo de estrés saludable en
acción.
Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico, abruma nuestra corteza prefrontal, el centro de control
del cerebro responsable de los pensamientos, las acciones, las emociones y otras tareas complejas. Nos
enfocamos tanto en simplemente sobrevivir y pasar el día que no tenemos suficiente poder mental para
concentrarnos, recordar detalles importantes o tomar decisiones.
Otros signos de estrés crónico incluyen dolores de cabeza, dificultad para dormir, cambios en el apetito,
presión arterial alta, no disfrutar de las actividades, preocupación constante, cambios de humor,
ataques de pánico, cambios en el impulso sexual y olvidos. Si experimenta estos síntomas o le preocupa
que el estrés esté afectando demasiado su vida, hable con su médico.
¿Qué causa el estrés?
Según la Asociación Estadounidense de Psicología, más de tres cuartas partes de los estadounidenses
han dicho tener al menos un síntoma de estrés. Si bien el estrés es una experiencia humana universal,
cada persona reacciona a los factores estresantes de manera diferente. Hablar en público puede
causarle una gran angustia a una persona, mientras que otra puede disfrutar pronunciando un discurso
ante una gran multitud.
Algunos desencadenantes comunes del estrés son los problemas de relación, la inseguridad financiera,
trabajar demasiado, la dinámica familiar, lidiar con la muerte o el duelo, ser intimidado y tener
dificultades en la escuela. Si te sientes estresado, piensa en tu entorno y en las personas que te rodean.
Esto puede ayudarlo a identificar las fuentes de estrés en su vida para que pueda hacer cambios para
sentirse mejor.
Si eres alguien a quien le cuesta decir que no y siempre está presionando para hacer más, ten cuidado,
ya que serás más propenso al estrés. Incluso es posible olvidarse de lo estresado que está, lo que puede
hacer que se sienta peor.
Para evitar llegar a este punto, primero consulte con usted mismo.
Manejar el estrés en el hogar
Si no se controla, el estrés puede empeorar y convertirse en ansiedad o depresión. La ansiedad es como
el estrés, pero más crónica y severa, y se siente más intensamente en todo el cuerpo. Afortunadamente,
hay formas de controlar el estrés antes de que alcance niveles nocivos para la salud.
Para comenzar bien el día, comience cada mañana con una rutina de cuatro pasos. Primero, practique la
gratitud pensando en algo alegre en tu vida por lo que estás agradecido. En segundo lugar, evite
comenzar el día con productos electrónicos, correo electrónico y noticias. En tercer lugar, escuche
música 0buena o lea una cita positiva. Y cuarto, establece intenciones u objetivos diarios para
mantenerte motivado. Las mañanas son estresantes para todos, pero esta rutina te ayudará a mantener
la calma y la concentración mientras te levantas y brillas.
A medida que surgen pensamientos preocupantes a lo largo del día, y lo harán, porque eres humano, las
técnicas de atención plena como la meditación pueden ayudar a evitar que tu cerebro gire fuera de
control. Considere escribir sus pensamientos en un diario para despejar el espacio mental que tanto
necesita. También serás más productivo si tratas de concentrarte en pensamientos positivos y
saludables, mientras dejas ir tus pensamientos ansiosos.
Los pasatiempos, especialmente las actividades creativas, son clave para mantener bajos los niveles de
estrés. Intenta encontrar actividades que te devuelvan la alegría de jugar, como si fueras un niño. Como
adultos, estamos tan sobrecargados de responsabilidad que olvidamos lo importante que es jugar y
divertirse. Si necesita un pasatiempo, pasar tiempo al aire libre en la naturaleza es bueno, solo recuerde
usar protector solar. Sentir el viento en el cabello y la arena entre los dedos de los pies calmará la mente
de forma natural y reducirá el estrés.
Estar al aire libre es una buena oportunidad para caminar o hacer ejercicio, que es otra forma de
controlar el estrés, junto con una alimentación saludable, dormir lo suficiente y evitar las drogas y el
alcohol.
A pesar de lo útiles que son estos consejos, puede ser necesario trabajar con un profesional de la salud
para llevar sus niveles de estrés a un nivel más manejable. Si se siente abrumado y experimenta
síntomas de estrés crónico, probablemente sea el momento de hablar con su médico. Si bien no
podemos evitar el estrés por completo, ignorarlo es a expensas de nuestra salud y bienestar.