Aveces, los padres de un menor de edad no son capaces de cuidar de su hijo. Por ejemplo, es posible que un padre no esté
presente y el otro tenga una enfermedad muy seria que le prohíbe cuidar adecuadamente de los niños, o que uno u ambos de los padres se vea con problemas de drogas o alcohol, o quizás tuvieron que salir del país dejando a su hijo en los Estados Unidos. O quizás haya otra razón por la cual los padres, a pesar de amar mucho a sus hijos, no tienen la capacidad de cuidar de ellos, ya sea temporalmente o de manera más permanente.
En estas situaciones, una opción es que se establezca una tutela del menor en el tribunal. En una tutela, una
persona que no es uno de los padres del menor, se hace tutor del menor. El tutor puede ser un familiar, como los abuelos
o tíos de los niños, amigos de la familia, u otra persona adulta responsable.
Puede haber más de un tutor, como por ejemplo ambos abuelos.
El tutor tiene las mismas responsabilidades por el cuidado del menor que lo que tendría su padre.
Esto quiere decir que el tutor tiene la custodia legal y física plena del menor y puede tomar todas las decisiones sobre
el cuidado físico del menor que tomaban los padres.
El tutor es responsable por el cuidado pleno del menor, como por ejemplo por su:
• Comida, vestimenta y albergue • Seguridad y protección • Crecimiento físico y emocional • Atención médica y dental • Educación y cualquier necesidad
especial
• La corte considerará el mejor interés
del niño para asegurar que se lo críe en
un ambiente seguro, estable y acogedor.
Una tutela de menores no es lo mismo que una adopción. La principal diferencia es que, en una tutela, los padres conservan sus derechos paternos y siguen siendo los padres del menor. Además, la corte puede por dar terminada la tutela y regresarles los niños a los padres si ya no existe una razón legal para que haya un tutor. Sin embargo, con una adopción, los padres
del menor pierden sus derechos y ya no son considerados los padres legales del niño. El padre adoptivo se convierte en el
padre legal del menor.
No siempre es necesaria la tutela para que un adulto cuide de niños que no son suyos. Existen otras opciones
que no requieren el acudir al tribunal para abrir un caso de tutela. Siempre conviene informarse con un abogado o el Centro de ayuda de la corte para ver si es necesaria una tutela legal.
Por ejemplo, si el adulto que cuida del menor necesita registrarlo en la escuela o buscarle atención médica, existe un
formulario simple de llenar que logra esos propósitos. No se tiene que hacer a través del tribunal.
Para orientarse mejor al proceso de tutela y ver si existen otras alternativas, puede visitar el Centro de ayuda del
Tribunal de Mendocino. Le pueden ayudar a llenar formularios alternativos a la tutela, o, si es necesario, llenar los
documentos para una tutela legal y entender el proceso judicial.
Para obtener ayuda del Centro de ayuda, no hace falta cita previa, aunque también puede hacer una cita si prefiere.
Para orientarse sobre la tutela, acceder a videos que le pueden ayudar, o para ver el horario de atención del Centro de
ayuda y su ubicación, visite https://www.mendocino.courts.ca.gov/es/ayuda.