Por Justin Ebert, PA-C
El invierno pasado, la pandemia de COVID-19 estaba en pleno apogeo. En ese tiempo, las vacunas no estaban disponibles y los profesionales de la salud estaban preocupados por los posibles efectos de una mala temporada de gripe, especialmente en las comunidades en donde los hospitales ya estaban al máximo de su capacidad. Irónicamente, fue la pandemia la que condujo a una temporada de gripe relativamente leve porque las medidas de seguridad que retrasaron la propagación de COVID-19 también desaceleraron la propagación de la gripe. Las personas limitaban el contacto entre sí, usaban los cubrebocas y se lavaban las manos con frecuencia. La mayoría de las escuelas no ofrecían clases en persona y muchas empresas pedían a los empleados que trabajaran desde casa.
Este invierno será muy diferente. Las escuelas y los lugares de trabajo en su mayoría han vuelto a funcionar como de costumbre con todos en el lugar, los restaurantes pueden ofrecer comidas en el interior y después de vacunarse la gente ha bajado la guardia. A medida que el clima está más frío, lleva a las personas estar más en espacios interiores, nos volvemos más susceptibles a los virus que avanzan en el contacto cercano para la transmisión, incluida la influenza y el virus que causa la gripe.
Aunque los medios de comunicación continúan enfocándose en las enfermedades y muertes relacionadas con COVID-19, los virus como la influenza también son peligrosos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que desde el 2010, la influenza ha provocado más de 9 millones de enfermedades cada año en los Estados Unidos. También sugiere que las complicaciones de la gripe han enviado entre 140,000 y 810,000 estadounidenses al hospital y ha hecho que mueran entre 12,000 y 61,000 personas en los Estados Unidos cada año.
Por esta razón, todos los años le digo a los pacientes que se vacunen contra la influenza. La vacuna es segura y eficaz. No solo ayuda a evitar que las personas tengan fiebre, dolores corporales, tos, estornudos, dolor de cabeza y fatiga que se encuentran entre los muchos síntomas de la gripe; también ayuda a evitar que las personas transmitan la gripe a otras personas que son demasiado vulnerables para combatir el virus: los jóvenes, los ancianos y las personas que tienen su sistema inmunológico comprometido, así como las personas que luchan contra un caso grave de COVID.
Algunas personas nos han preguntado si es seguro recibir la vacuna contra la gripe y la vacuna COVID al mismo tiempo, o si deberían recibir un refuerzo de COVID. Es seguro recibir las vacunas contra la gripe y COVID juntas, y si califica para un refuerzo, está bien recibir el refuerzo y la vacuna contra la gripe al mismo tiempo.
Para ser claros, las vacunas no garantizan que usted no se enfermará. Sin embargo, hacen que sea mucho menos probable que sufra una enfermedad grave o la muerte. La realidad es que cada vez que tomamos medicamentos, existen riesgos y beneficios. La buena noticia es que la Administración de Drogas y Alimentos requiere ensayos extensos con la mejor ciencia disponible en ese momento para asegurar que los beneficios de un medicamento superen los riesgos.
Como alguien que trabaja en el sector de la salud, confío en la ciencia. Eso no significa que tenga una lista de hechos científicos siempre guardada. Significa que confío en el proceso científico que busca continuamente más y mejor información y revisa teorías y prácticas basadas en los últimos hallazgos. La ciencia no es perfecta, pero es una excelente manera de probar qué funciona y qué no. Los científicos cambian de opinión cuando salen a la luz nuevos datos. Cambiar de opinión no significa que sea débil e impreciso; significa que eres inteligente y adaptable. ¿Por qué alguien se quedaría con información obsoleta?
Cuando hacemos nuestra propia investigación, es difícil superar algo llamado sesgo de confirmación. Consciente o inconscientemente, buscamos información que confirme las opiniones que ya tenemos. Una forma de tratar de superar esto es ser escéptico de la información hacia la que cargamos naturalmente. Piense en la fuente de la información y quién puede beneficiarse de la información. También puede buscar personas que hayan dedicado su vida profesional a comprender el tema que le interesa saber, en lugar de tomar decisiones basadas en rumores o en lo que escuchan.
Especialmente cuando se trata de salud, animo a las personas a tomar decisiones basadas en hechos reales en lugar de hacer caso a las publicaciones de Facebook. Si tiene dudas, hable con su proveedor de atención médica, que le puede dar información precisa sobre los riesgos y beneficios. En el caso de las vacunas contra la gripe y las vacunas COVID, les aseguro que los riesgos son mínimos en comparación con los beneficios que tienen.
Justin Ebert, PA-C, es el director médico de MCHC Health Centers, una organización basada en la comunidad y dirigida por el paciente que sirve a los condados de Mendocino y Lake, brindando servicios integrales de atención primaria de salud, así como servicios de apoyo como educación y traducción que promueven el acceso. a la asistencia sanitaria. Obtenga más información en mchcinc.org.
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