En el mes de febrero, los medios de comunicación anunciaron que más de 500,000 personas en los Estados Unidos murieron a causa del COVID-19. Cuando se comparten estas estadísticas en las que se incluyen grandes cifras, tendemos a ignorarlas porque es algo muy difícil de discernir. Medio millón de personas es como si todas las personas que viven en los condados de Mendocino, Lake, Humboldt, Trinity, Del Norte, Siskiyou, Tehama, Glenn and Colusa hubieran muerto — luego añadiendo todas las personas que viven en Cloverdale y otras 4,000 personas más. Medio millón de personas es un numero impresionante de gente que ha muerto.
La verdad es que no nos afecta hasta que alguien que usted conoce se enferma muy gravemente o muere. En la navidad pasada, muchas familias pasaron por la mala fortuna de que se les muriera un familiar. Cuando la amenaza del COVID-19 no nos parece ser real, es difícil aceptar ser vacunado. Uno de cada tres personas ya conoce a una persona que murió o se enfermó gravemente de Covid-19.
¿Es efectiva la vacuna?
Las vacunas Pfizer y Moderna que fueron aprobadas por la FDA contra el COVID-19 se han comprobado ser el 94% efectivas para eliminar infecciones sintomáticas del coronavirus. El 6% de la gente que tuvo algunos síntomas dijeron que fueron de leves a moderados Entonces, ¿por qué alguien se negaría a que lo vacunen?
¿Corro peligro al vacunarme?
Las vacunas engañan al sistema inmunológico para que respondan a una infección que realmente no está. Las vacunas de Pfizer y Moderna utilizan el mensajero RNA (o mRNA) para crear una proteína que es un fragmento de COVID-19. El cuerpo reconoce esos fragmentos de proteína como invasores extraños y se produce una respuesta inmune. Si el cuerpo ve este tipo de proteína otra vez, estará listo para luchar contra él. Los fragmentos de proteína no son COVID-19. Estas dos vacunas no tienen el virus vivo. Una vez que el mRNA hace su trabajo, se disuelve en la célula. Esto no afecta el ADN de la persona. Lo cual significa que no se corre ningún peligro.
¿Sería mejor esperarme a que haya una inmunidad de rebaño?
Algunas personas deciden no ponerse la vacuna porque piensan que no están en peligro o riesgo de contraer el COVID-19, o simplemente no les gustan las vacunas. Ellos dependen del resto de la población para protegerlos con la inmunidad de rebaño. La inmunidad de rebaño es cuando hay mucha gente inmune hasta que es difícil que se propague la enfermedad. Si todos nos vacunáramos, no solo nos protegeríamos, también protegeríamos a las personas vulnerables que nos rodean- las personas adultas (como nuestros abuelitos) y los que tienen un sistema inmunológico débil. Cuando un trabajador de un supermercado se vacuna, no solo se protege él mismo, sino que también a las personas que van a comprar a esa tienda. El vacunarnos no solo es para nuestro propio beneficio sino también para quienes nos rodean.
Hay quienes dicen, “muchas gracias, pero esperaré para ver los resultados.”
A veces las personas no se vacunan por el miedo a las agujas o las inyecciones. El COVID-19 es una enfermedad relativamente nueva, por lo tanto, la vacuna también lo es. Siendo nueva, este es un tratamiento con el que no estamos familiarizados sin el record de tener varias décadas de darle seguimiento. Puede ser inseguro e incierto para las personas que prefieran esperar a ver cómo se van desarrollando las cosas o ignorar la pandemia con la esperanza de que desparezca. Pero esto último sería peligroso.
Tome en cuenta las consecuencias
Como humanos, a veces pensamos “Eso no me va a pasar a mi” o “Me arriesgare”. El COVID-19 nos ha comprobado que tan peligroso es para mucha gente, y lo difícil que es predecir quien va a ser severamente afectado. Algunos sobrevivientes de COVID todavía continúan teniendo síntomas meses después de haberse contagiado. Algunos de los síntomas son debilidad y fatiga, dificultad para respirar y dolores de cabeza. Las secuelas de la enfermedad pueden ser muchas y por mucho tiempo. El costo económico es muy caro, el cual puede ser desde pagar un cobro muy caro por haber estado en terapia intensiva, o haber dejado de ir a trabajar y ganar un sueldo.
Todos queremos regresar a la normalidad, dejar de usar cubrebocas, ver a nuestros amigos y abrazarlos o ir a comer a un restaurant. A menos de que todos hayamos sido vacunados, este virus seguirá y continuará propagándose y entre más se expanda más se puede mutar, lo cual retrasaría el poder regresar a la normalidad. Así que, por el bien de usted, de su familia y de su comunidad, si usted tiene la oportunidad de vacunarse, ¡hágalo!